La aceleración tecnológica, principalmente impulsada por la pandemia, ha creado la necesidad de enfoques más digitales y estratégicos en todas las industrias, incluyendo servicios legales. Es por esto que se resalta la importancia de maximizar la eficiencia y optimizar procesos para un rendimiento superior, respondiendo a las necesidades de cada consumidor jurídico.
Según varios socios de reconocidas firmas legales internacionales, también se resalta la importancia de adquirir y fortalecer competencias blandas o “soft skills” desde la academia. Estas incluyen autogestión, empatía, trabajo en equipo, y comunicación, ya que garantizarán una buena adaptación a las nuevas formas de trabajo, como lo son el uso de plataformas y softwares digitales para la optimización de procesos legales.
Pero, exactamente, ¿cómo es que el uso tecnológico y digitalización de procesos beneficia al sector legal? Aquí tres razones principales que le dan mayor relevancia a esta adaptación.